El incierto entorno económico y la crisis del consumo, unidos a la progresiva salida de los distintos mercados del periodo pandémico, dibujan un nuevo escenario para el mundo global de las bebidas.
Identificando las nuevas tendencias para 2023 que acaban de comenzar, son los expertos de Iwsr (instituto británico especializado en análisis de mercados) quienes, desde el vino a la cerveza, pasando por la premiumización o el comercio electrónico, han repasado los elementos de crecimiento que la industria de las bebidas deberá vigilar de cerca en el futuro.
Ciertamente, en un contexto general como el actual, uno de los primeros temas que surgen es el creciente consumo de bebidas alcohólicas en casa y una nueva actitud hacia la moderación dictada menos por razones de salud y más por la necesidad de controlar, reduciéndolo, el gasto medio mensual en bebidas.
El vino espumoso, protagonista
Empecemos por el vino. Este segmento, según las estimaciones del Iwsr, seguirá una tendencia a la baja en los volúmenes consumidos en 2023 y los cinco años siguientes, en línea con lo que viene sucediendo desde hace tiempo.
En crecimiento estará el segmento de los vinos espumosos, especialmente las grandes DOP como Prosecco y Champagne, y los segmentos premium.
El parón obligado en ocasiones de consumo ceremonial y festivo entre 2020 y 2021 ha encontrado una salida en 2022 y lo hará en los años siguientes con beneficios para este segmento.
Además, el vino espumoso está consiguiendo alejarse gradualmente de las ocasiones formales y especiales y acercarse a momentos más cotidianos.
En cuanto al Prosecco, la demanda premium se apoya en mercados como Estados Unidos y Reino Unido, como se observa en los respectivos aumentos de volumen del 8% y el 5% en el primer semestre de 2022.
El champán, por su parte, está en auge en Australia y Estados Unidos. Mientras que, en el mercado español, avanzan los aperitivos ligeros, especialmente durante el día.
Premiumización
Ya no se trata de Millennials, como en 2021, sino de consumidores con empleo seguro (una renta anual de al menos 100.000 dólares) y baja exposición al endeudamiento son a los que la industria del vino y los espirituosos debe mirar en los próximos años.
De ellos dependerá el crecimiento del segmento premium. «El cambio es notable en comparación con el periodo Covid«, escriben los analistas de Iwsr, que recuerdan cómo los Millennials han impulsado la recuperación del consumo en mercados tan importantes como Reino Unido, Francia, Estados Unidos, Alemania y Brasil.
De hecho, la actual crisis económica podría cambiar los escenarios y erosionar la confianza de los consumidores más jóvenes.
El fenómeno ya se ha vislumbrado en China, por ejemplo, donde el consumo de alcohol entre los jóvenes de 18 a 24 años ha disminuido, probablemente debido a la tasa de desempleo entre los licenciados universitarios que es del 20%.
El comercio electrónico, en punto muerto
Explotado durante el periodo más difícil de la pandemia y los cierres patronales, el canal del comercio electrónico va a crecer, pero más lentamente que antes. Solo en 2020, el aumento del valor en 16 grandes mercados fue del 40%, frente al +12% en 2019 y el +16% en 2021.
La previsión del Iwsr para los próximos años es de una normalización de las ventas que, sin embargo, seguirán aumentando.
Todo el segmento online generará unas ventas adicionales de 10.000 millones de dólares para el mercado mundial de bebidas espirituosas entre 2023 y 2026, alcanzando alrededor de 40.000 millones de dólares en 2026.
Teniendo en cuenta los tipos de bebidas que se venden en línea, el vino (actualmente dominante) perderá cuota de aquí a 2026. El crecimiento más rápido, en comparación con 2021, corresponderá a la cerveza, la sidra y las bebidas listas para beber.
En particular, será la cerveza la que registre los mayores cambios en los volúmenes comprados en el canal de Internet.
Aumenta el consumo interno
La crisis económica empuja a los consumidores a reducir las salidas, pero también a aumentar el consumo de alcohol en casa.
Una de las tendencias identificadas para 2023 por Iwsr es, de hecho, la reducción de las ocasiones de consumo en el local a favor del llamado local doméstico.
La recuperación post pandémica no ha sido lineal en todos los mercados; en algunos, existen dificultades para aquellos locales que se enfrentan a un aumento de los costes y a una disminución de la clientela.
Sin embargo, la restauración, según Iwsr, volverá a los niveles pre pandémicos probablemente en 2026, impulsada por la cerveza y, en particular, por el mercado latinoamericano.
En general, el éxito del local a domicilio llega tras un 2020 y un 2021 en los que esta modalidad de consumo se vio favorecida tanto por el auge de las empresas de reparto de comida a domicilio, el crecimiento de las suscripciones a servicios de televisión en streaming, y el creciente interés por el mundo de la mixología que, en conjunto, han permitido a la población familiarizarse con un nuevo tipo de pasatiempo y entretenimiento menos exigente, incluso desde el punto de vista económico.