Los nutrientes son sustancias importantes y esenciales para el funcionamiento de nuestro organismo y se obtienen a través de los alimentos, concretamente a través del proceso de digestión.
Los nutrientes son sustancias presentes en los alimentos que son importantes para el funcionamiento de nuestro organismo. Nuestro cuerpo los adquiere a través del proceso de digestión, lo que asegura que los alimentos se descompongan en partículas más pequeñas que el cuerpo pueda absorber.
Los tipos de alimentos tienen una cantidad específica de nutrientes, y es fundamental saber combinarlos para obtener una dieta saludable. ¡A continuación, exploraremos más sobre estas sustancias y su importancia!
Clasificación de nutrientes
Los nutrientes se clasifican en dos grandes grupos, macronutrientes y micronutrientes:
Los macronutrientes son aquellos que nuestro organismo necesita en mayor cantidad, y se encuentran de forma abundante en los alimentos. Las proteínas, los carbohidratos, los lípidos y el agua son ejemplos de ellos. Los micronutrientes, por su parte, son aquellos necesarios en pequeñas dosis para que el organismo funcione correctamente, y se encuentran en cantidades bajas en los alimentos. Las vitaminas y los minerales son ejemplos de ellos.
Cabe señalar que, independientemente de si el nutriente se considera macro o micro, debe formar parte de la dieta. Los micronutrientes, incluso si se necesitan en bajas concentraciones, pueden dañar el funcionamiento del cuerpo si no se consumen, al igual que los macronutrientes.
Macronutrientes
Proteínas: son moléculas orgánicas formadas por un conjunto de aminoácidos que realizan una serie de funciones importantes para el cuerpo humano, como la defensa del organismo, la aceleración de reacciones químicas, el transporte de sustancias, el movimiento, la comunicación celular y el soporte. Suele decirse que la principal función de las proteínas es estructural, ya que favorecen la formación y el crecimiento de tejidos en nuestro organismo. La carne, los huevos y los productos lácteos son alimentos ricos en proteínas.
Hidratos de carbono: son la principal fuente de energía de nuestro organismo y son las moléculas orgánicas más abundantes en la naturaleza. Se clasifican, por el número de subunidades, en monosacáridos, disacáridos y polisacáridos. Como ejemplo de alimentos ricos en hidratos de carbono podemos mencionar: el arroz, el pan, la pasta, el azúcar y la miel.
Los lípidos son una clase de macromoléculas que incluyen grasas y sustancias similares. Al igual que los carbohidratos, los lípidos están relacionados con el suministro de energía. Además de ser moléculas almacenadoras de energía, tienen otras funciones, como: formación de membranas (fosfolípidos); protección de órganos contra impactos; y acción en el mantenimiento de la temperatura corporal. La margarina, el aceite, las carnes grasas, los frutos secos y el aceite de oliva son alimentos ricos en lípidos.
Agua: está presente en todos los alimentos, encontrándose en menor o mayor cantidad según el alimento analizado. Entre los principales roles que juega el agua en el cuerpo humano, podemos destacar: transporte de sustancias; eliminación de sustancias fuera del cuerpo; actuando como solvente; lubricación de órganos y tejidos; participación de reacciones químicas; y regulación de temperatura. Son alimentos ricos en agua: sandía, tomate, nabo, zanahoria y melón.
Micronutrientes
Sales minerales: son nutrientes inorgánicos necesarios en pequeñas cantidades en nuestro organismo. Entre las principales sales minerales necesarias para el funcionamiento de nuestro organismo, podemos mencionar: calcio, fósforo, potasio, cloro, sodio, hierro y flúor. Cada sal mineral actúa de manera diferente en el organismo, por ejemplo: el calcio está relacionado con la formación de huesos y dientes y el hierro actúa como componente de la hemoglobina.
Vitaminas: son moléculas orgánicas sumamente importantes para nuestro organismo, sin embargo, son necesarias en pequeñas cantidades. Las vitaminas se pueden clasificar en hidrosolubles y liposolubles. En el grupo de las vitaminas hidrosolubles se encuentran la vitamina B y la vitamina C. En el grupo de las vitaminas liposolubles encontramos la vitamina A, la vitamina D, la vitamina E y la vitamina K.
Cumplen diversas funciones en el organismo: la vitamina A, por ejemplo, es componente de los pigmentos visuales y actúa en el mantenimiento de los tejidos epiteliales; la vitamina K juega un papel en el proceso de coagulación; y la vitamina C es importante en la síntesis de colágeno.
Fibras
Las fibras son importantes en los alimentos, sin embargo, al no ser absorbidas, algunos autores no las consideran como nutrientes. Aunque no están clasificados como tales, es importante que estén presentes en la dieta.
Las fibras actúan asegurando un buen funcionamiento del intestino, previniendo, por ejemplo, el cáncer en esta región. Además, provocan sensación de saciedad y disminuyen la absorción de colesterol, grasa y azúcar. Las frutas y verduras son alimentos ricos en fibra.
Importancia de los nutrientes
Cada nutriente juega un papel importante en nuestra dieta, y no es posible excluir por completo uno de ellos de nuestra dieta sin causar daño al cuerpo. Todos ellos, por tanto, son importantes, y no hay mejores nutrientes que otros. Sin embargo, siempre debemos ser conscientes de la cantidad ideal que debemos consumir de cada uno de ellos.
Para orientarnos en esta tarea, podemos consultar la pirámide alimenticia, que brinda información sobre las porciones recomendadas de cada tipo de alimento. La pirámide alimenticia, sin embargo, no proporciona una dieta a seguir. Los planes de alimentación son elaborados por nutricionistas, que son profesionales que elaboran una dieta teniendo en cuenta diversos factores, como el estilo de vida del paciente.
Un consejo importante para lograr una dieta rica en nutrientes es apostar por alimentos coloridos. Esto significa que cuanto mayor sea la diversidad de colores en el plato, mayor será la diversidad de alimentos y, en consecuencia, mayor será la cantidad de nutrientes allí presentes. En el almuerzo, por ejemplo, un plato que contenga arroz, frijoles, carne, tomate, lechuga, zanahoria y remolacha es rico en color y también en nutrientes.
Cabe señalar que no existe un único alimento que posea todos los nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Por ello, la combinación de diferentes alimentos es fundamental para asegurar una dieta saludable.